Amor Ibérico: 10 comedias románticas made in Spain

Es cierto que este blog carece de mil cosas. La más llamativa para muchos es la falta de mención a productos nacionales. Y es cierto... porque no los veo. No niego que haya buenas producciones... y que los temas sean diversos (aunque cualquier cosa de épocas pasadas parece estar de moda)... y aunque el humor "al estilo Serrano" me parece de lo peor... no se pueden meter todas las series en ese saco. 

Dicho esto... seguiré sin ver, por el momento, ninguna de ellas... pero sí quiero hacer mención a varias comedias románticas de los últimos años (El otro lado de la cama nos queda ya un poco far away). Por si tenéis un domingo de sofá-manta y desconocíais algunas de estas opciones:

Primos (2011)

Si Quim Gutiérrez no es de vuestro rollo (claramente sí del mío), esta y las siguientes 2 os las podréis saltar. Diálogos rápidos al estilo Gilmore Girls, personajes algo histriónicos y aventuras veraniegas en "el pueblo" es lo que vemos en Primos... una comedia que empieza con una no-boda, sigue con una escapada al pueblo de la infancia con los primos y termina con aventuras de quinceañero a los 30. Mola. 

3 Bodas de más (2013)

Evidentemente espero que no estéis intentando encontrar nada profundo en esta lista. Porque de eso no va, ¿eh? Aquí tenemos a una bióloga marina con mala suerte en el amor... a la que 3 ex invitan a sus respectivas bodas. Desastre asegurado. Un ligue que parece abrirle las puertas a su derruido corazón, y un becario que aguanta sus bajones cuando las cosas se desmoronan. De mis favoritas.

La gran familia española (2013)

Siguiendo la estela de las previas... quizás la menos romántica, no la menos comedia. Vemos a una familia grande, desbarajustada... y que intenta mantenerse a flote. Hasta ahí podría ser cualquiera de nosotros y pasaría a llamarse "lunes". Pero aquí la gente la lía parda en la casita de campo familiar mientras se arrejuntan para celebrar una boda. Agradable, sin llegar a ser un descojono.

Las ovejas no pierden el tren (2014)

Quizá etiquetarla de comedia es muy exagerado... y aunque el trailer así lo insinuara, tiende más a drama que otra cosa. Si estuviera ambientada en el siglo XVIII sería "costumbrista". Varias historias de varias familias a los alrededores de Madrid.

Los miércoles no existen (2015)

Bien es cierto que sabiendo que era una comedia romántica y que Eduardo Noriega (love total) estaba en ella, simplemente por eso había que verla. Que tuviera toques de historias entremezcladas a lo Love Actually tenía su punto. Que además emulara a El otro lado de la cama con canciones espontáneas incluidas en la escena ya era un chupi total. Pero es como cuando me pongo a cocinar... los ingredientes pueden ser orgánicos y carísimos... pero al mezclarlos lo que sale es un batiburrillo que la mitad de veces termina en la basura. No sé si me entendéis. Odio las películas sin final. Eso también me ha hecho odiarla un poquito mas.

Requisitos para ser una persona normal (2015)

Atraída por ser el debut de Leticia Dolera como directora...  me voy con un regusto agridulce. Película amable,  algo esperpéntica y con Leticia muy a lo Zooey Deschanel, tenía todo para ser estupenda. Pero es lenta y con un humor tan sutil que sacar una sonrisa es hasta difícil. Eso ya sin hablar de la sensación continuada de ser un anuncio de Ikea (y mucho vestuario de Dolores Promesas que hace que parezca otro spot), que por la cantidad de veces que se ve la tienda y se la nombra, no me sorprendería que hubiera puesto parte del capital de esta ópera prima.

Ahora o Nunca (2015)

Tiene pinta de ser una de esas películas que el trailer, con 30 segundos más, podría haber bastado... porque estaba ya bastante destripada... pero no lo sé... porque la tengo aun pendiente. Supongo que la tengo pendiente porque al ser una peli en la que todo va de mal a peor me echa para atrás. Pero algún día caerá.

Solo química (2015)

La más floja de toda la lista. Ya se veía en el trailer, muy al estilo de Al salir de clase. Pero bueno, no seamos tan pitiminí... que algunos domingos de manta y sofá necesitan de películas así para echarse una siestita. Aquí la protagonista se enamora de una superestrella mientras tuvo al amor de verdad siempe ahí al lado. Eso sí, la escena del bailecito espontáneo en el gimnasio es de mucha pena. 

Perdiendo el norte (2015)
Pepe vente pa Alemania. Siglo 21. Y las cosas no han cambiado tanto. El talento que se nos fuga por las fronteras y con todos los super-estudios son muy capaces de fregar platos en el centro-centrito de Berlin o Amsterdam... vamos, como pudieran haber hecho en Benidorm. Bastante flojilla aunque los antiguos novietes del internado lo hagan muy bien.

Tenemos que hablar (2016)

La última en llegar y aún no la he visto. Así que para muestra, un botón. Osea, el trailer.