NOS4A2: una rara pesadilla navideña

Junio está siendo un mes de retornos esperados, tales como El cuento de la criada o Big Little lies (también acaba de regresar Elementary en su temporada final, pero tiene bastante menos interés). Si seguimos con temática HBO, hay estrenos interesantes además, como la miniserie Chernobyl que tengo por empezar pero de la cual solo he oído cosas positivas (aunque ciertamente crudas). 

Pero de lo que os vengo a hablar a continuación es de NOS4A2 (leído en inglés quedaría "Nosferatu"). Rara. Serie rara. Difícil de clasificar, aunque la he visto catalogada como de terror sobrenatural. Hombre, terror es mucho decir, más género creepy... pero no creo que exista. 

La serie está basada en un libro homónimo de Joe Hill (hijo de Stephen King) de 2013 y que actúa como productor y está siendo emitida por el canal AMC, conocido sobretodo por The Walking Dead.

Básicamente son 2 historias paralelas que tienden a converger. Por una parte Vic McQueen, adolescente artista atormentada con padres de baja alcurnia y proveniente de un pequeño pueblo de perdedores, cierto día comprende que tiene el poder de cruzar un puente creado con el poder de su mente (metafísico?) hacia lugares que requieren una respuesta. Localiza cosas, personas, lugares...

Por otra parte Charlie Manx (el gran Zachary Quinto) es un ser (¿vampiro de almas?) que recolecta niños de casas con problemas y se alimenta de sus almas para depositarlos después en Christmasland, un lugar en el que nunca volverán a ser infelices y en el que siempre es navidad... mientras él rejuvenece con cada nueva adquisición.

Con sus nuevos poderes, Vic intentará localizar a Charlie y evitar que siga con el secuestro de niños y asesinato de padres... ¿lo conseguirá?

Es cierto que la serie parte con una premisa diferente y arriesgada... pero parece quedarse algo coja por el camino. Intenta ser cruda, terrorífica e intrigante... y en muchas ocasiones parece más una burda parodia de lo que en un principio pretendía transmitir.

La trama avanza lentamente y no consigue mantener un hilo argumental fluido que la haga irresistible. Tampoco parece estar configurada como miniserie con final cerrado, aunque bien podría serlo, ya que sus 10 episodios tienen uno de esos finales que hasta podríamos aceptar como de concluso (y viendo la poca repercusión en el público... puede que se quede como única temporada...)

En definitiva, un experimento visual arriesgado con poca chicha.

* Como nota de color, hacer mención al actor islandés Ólafur Darri Ólafsson con un papel inquietante. ¡A este hombre lo veo hasta en la sopa! Lo conocí en Atrapados, la serie islandesa de la que hablé AQUI, pero tiene más créditos en IMDB que muchos actores americanos.