Royal Pains

Aloha babies!!

Habéis despertado esta mañana y al descubriros millonarios y con todo el verano por delante os encontráis faltos de ideas?? Siempre queda Santorini, Capri o Bora-Bora... pero si queréis un sitio realmente cool, apto para la gente con perfil más social-climber... los Hamptons es vuesto lugar.  Son unos cuantos pueblillos costeros/playeros a tiro piedra (limusina) de New York City... ya sabéis, por si os apetece una noche acercaros a Broadway para ver Wicked.

Bueno, el caso es que hemos visto a nuestros protas mil veces por estos lares. Los de Gossip Girl lo visitan cada año, para hacer cochinadas estivales... pero hasta ahora ninguna serie se desarrollaba allí (o sí, pero yo lo desconozco).

Así, os presento Royal Pains, que no es nueva (van por la 2ª temporada), pero más vale tarde que nunca. 

No es una serie imprescindible. Partamos de ahí. 

Pero a ver, que el verano necesita cosas ligeritas para las profundidades que nos esperan en septiembre.... y aunque en nada vuelven Covert Affairs y White Collar (7 junio) para dar vidilla accionil televisiva... y a Pretty Little Liars (14 junio) la acompañan en la CW novedades veraniegas cortadas por el patrón de Tú a Boston y yo a California (AQUÍ una guía de series veraniegas)... pues siempre está bien descubrir cosillas nuevas.

En resumen, Royal Pains trata de cómo el Dr. Hank Lawson, un crack de las urgencias de un super hospital, decide salvarle la vida a un chaval en shock, en vez de acompañar mientras se recuperaba al billonario de turno. 

Claro que este power-man muere, cosas de la vida, y a Hank lo echan a la calle. 

Sin trabajo, sin prometida y sin dinero... su hermano lo arrastra a los Hamptons para que se airee... y para colarse en una fiesta... donde una chica estará a punto de morir... Hank la salvará... y como todo ocurre en una mega mansión (como la serie en general) y el dueño necesita discreción, es decir, nada de hospitales, todo tiene que hacerse de puertas a dentro.

Hank empieza a ganarse una buena fama... y de la noche a la mañana se convierte en el Concierge Doctor (algo así como médico a domicilio con super cláusulas de discreción) de los millonarios de la zona. Algo reacio al principio de encaminar su carrera así, se rinde al ver que no le quedan más opciones.

Todo regado con ideas a lo McGyver (el boli Bic y las bolsas de congelados nunca fueron tan útiles).